¿Seguro que, por cesárea, los bebés nacen más guapos? Sin entrar en valoraciones estéticas, lo cierto es que los bebés nacidos por cesárea tienen mayor riesgo de desarrollar determinadas enfermedades a lo largo de la vida, y que, según un reciente descubrimiento, sufren alteraciones genéticas en el ADN de sus glóbulos blancos.

Un equipo de investigadores suecos ha descubierto que los niños nacidos por cesárea experimentan cambios en el ADN de sus glóbulos blancos, hecho que podría deberse a un nivel alterado de estrés durante esta forma de nacimiento. Los resultados del estudio se publicarán en julio de 2009 en la prestigiosa revista Acta Paediatrica.

Estos cambios genéticos, que no se producen en los partos vaginales, podrían explicar por qué los niños nacidos por cesárea son más sensibles a enfermedades inmunológicas como la diabetes o el asma a lo largo de la vida, cuando estos cambios genéticos se combinan con otros factores ambientales que favorecen el desarrollo de estas enfermedades.

Los investigadores tomaron muestras del cordón umbilical de 37 recién nacidos, justo después de nacer y luego a los 3-5 días de vida. Realizaron análisis para ver el grado de metilación del ADN en los glóbulos blancos, que son parte vital del sistema inmune. La metilación tiene un importante papel en la expresión de los genes, es decir, en el hecho de que algo a lo que nos predispone nuestra herencia genética se manifieste o no.

Los resultados mostraron que los 16 bebés nacidos por cesárea tenían niveles de metilación del ADN más altos que los 21 nacidos por vía vaginal. A los 3-6 días de vida, los niveles de metilación del ADN de los bebés nacidos por cesárea habían bajado y ya no había diferencias significativas entre los dos grupos.

“Sabíamos que los bebés nacidos por cesárea tienen mayor riesgo de desarrollar alergia, diabetes y leucemia”, señala Mikael Norman, especialista en pediatría en el Instituto Karolinska de Estocolmo, Suecia. “Aunque no está clara la causa subyacente, nuestra teoría es que nacer bajo condiciones alteradas puede producir una huella genética en las células del sistema inmune que puede ser importante a lo largo de la vida”.

“Por eso teníamos interés en estudiar la metilación del ADN, que es un mecanismo biológico importante por el cual el ADN se modifica químicamente para activar o desactivar genes, en respuesta a cambios en el entorno exterior. Como esas enfermedades que son más comunes en las personas nacidas por cesárea tienen relación con el sistema inmune, decidimos enfocar nuestra investigación a los cambios tempranos en el ADN de los glóbulos blancos”.

Los autores señalan que harán falta más estudios para saber por qué la metilación del ADN es mayor al nacer por cesárea. “Varios estudios hechos con animales han mostrado que nacer bajo estrés afecta a la metilación de los genes, así que es razonable creer que las diferencias en la metilación del ADN que hemos encontrado en bebés humanos están relacionadas con haber sufrido estrés durante el nacimiento. Sabemos que el estrés de nacer es totalmente diferente en una cesárea programada y en un parto vaginal normal. Cuando un bebé nace por cesárea, no está preparado para nacer y puede sufrir más estrés. En un parto normal, en cambio, ese estrés va progresando gradualmente a medida que avanza el parto, y ayuda al bebé a empezar a respirar y adaptarse rápidamente al nuevo entorno fuera del útero”.

Los autores destacan que el procedimiento quirúrgico en sí mismo puede desempeñar un papel en la metilación del ADN y que factores diferentes de la forma de nacer en sí también se tendrían que estudiar más en detalle.

“En nuestro estudio, la metilación del ADN no guardaba relación con la edad de la madre, la duranción del parto, el peso al nacer o los niveles de proteína CPR (una proteína que se utiliza como marcador para detectar inflamación)”, aclaró el Dr. Norman. No obstante, aunque no había relación entre la metilación del ADN y esos factores, sería conveniente hacer estudios más amplios para aclarar estos puntos”.

Para el profesor Norman, el estudio del Instituto Karolinska muestra claramente que la interacción entre los genes y el entorno mediante la metilación del ADN es más activa alrededor del nacimiento de lo que se pensaba hasta ahora.

“Todavía no comprendemos la significación total del aumento de los niveles de metilación del ADN después de una cesárea, pero puede tener importantes implicaciones clínicas”, declaró. “El nacimiento por cesárea está aumentando rápidamente por todo el mundo, y en la actualidad es el procedimiento quirúrgico más frecuente en las mujeres en edad reproductiva. Hasta hace poco, no se habían estudiado las consecuencias a largo plazo de este modo de nacer. No obstante, cada vez hay más estudios que relacionan el nacer por cesárea con un mayor riesgo de sufrir diferentes enfermedades a lo largo de la vida. Nuestros resultados proporcionan una primera evidencia de que la programación epigenética del sistema inmune puede tener un papel en ello”. Los autores consideran que su descubrimiento es una contribución significativa que se debe tener en cuenta en el debate actual sobre las repercusiones de las cesáreas sobre la salud.

“Aunque no sabemos todavía cómo se ve afectada la expresión de genes específicos después de nacer por cesárea, o hasta qué punto perduran en el tiempo estas diferencias genéticas relacionadas con la forma de nacimiento, creemos que nuestros descubrimientos abren un nuevo campo de investigación clínica”, concluye Titus Schlinzing, coautor del estudio e investigador en el Instituto Karolinska.



Referencias
Epigenetic modulation at birth –altered DNA-methylation in white blood cells after Caesarean sectiona. T Schlinzig, S Johansson, A Gunnar, TJ Ekström, M Norman. Acta Pædiatrica. Volume 98, Issue 7, pages 1096 – 1099.

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